2010/08/17

"Vampyr": En la sombra

Hoy tengo el gusto de hablaros de una genuina e inquietante película del año 32. "Vampyr" (en español tiene un título horrible, así que lo obviaré) film alemán (expresionista) de culto dirigido por Carl Theodor Dreyer. Una joya que en su día, fue un estrepitoso fracaso, pero que a día de hoy, está considerada como una de las obras cumbres del cine de aquellos años y sobretodo, un referente en el género vampírico de verdad. Un joven viajero, de descanso en un extraño castillo, comienza a ver extrañas visiones, y descubre una mujer inconsciente que ha sido atacada por un vampiro en forma de bruja. Tremendo el visual (aunque hay diálogos, son escasos) libreto del propio Carl Theodor Dreyer acompañado por Christen Jul en la adaptación de la novela de Sheridan Le Fanu. Dreyer y Dul, crean un mundo un tanto desconcertante, partiendo del terror más primigenio y oculto en las sombras. Uno de los puntos más importantes del film, es dar poca información (inclusive visual) y sugerir mucho con sombras, con gestos, con trucos en los ángulos, todo está bien metido, que el onírico, por momentos lírico mundo y terrorífica atmósfera del film consigue sacar a la luz la inexplicable experiencia que es ver ésta película. El tema vampírico se utiliza como método conspirador y en la pura sombra dentro del film. El miedo de la familia del castillo, de las hijas enfermas (perfectas por cierto, en ellas la ingenuidad y la maldad se dan la mano de manera impecable), donde nuestro protagonista se mete de lleno en un turbulento mundo de sombras llegando a la mítica posada (Dreyer inquieta con la llegada de un barco y el posadero en el muelle con la guadaña, representando malestar, muerte, desolación, descolocando directamente al espectador, haciendo partícipe que estamos dentro de un mundo extraño, descolocado en el tiempo y geográficamente nulo).

Dreyer se toma el tiempo que necesita para ir descubriendo los misterios poco a poco, y aunque a día de hoy, la trama a base de cuentagotas es bastante evidente, la resolución de cada pasaje es magnífica y nada típica, insuperable también para nuestros días, diferente. El elemento fantástico se hace gala a través de dos personajes claves, el doctor (que tiene una cara de mala leche ya desde su primera aparición) y la anciana bruja (acojona de verdad), luego el elemento que conoce el espectador sobre el vampirísmo, se va revelando a través de un diario, donde el protagonista irá comprendiendo los entresijos de los asesinatos y misterios que asolan al pueblucho y sus pocos habitantes (magistral recurso por cierto, que se ha ido perdiendo, o cambiando por las voces en off en nuestros días). Nuevamente, y la maravillosa manera de sugerir visualmente (sin ser visceral nunca) es lo más tenebroso del relato. Dreyer mueve su cámara casi con una soltura inusitada (hablamos de un film del 32), enfocando a los personajes, utilizando las sombras, planos inversos, la sobreexposición de las imágenes (en la parte final, por cierto, lo mejor del film está en esas vistas subjetivas del ataúd, y la resolución con el doctor en el campanario o la barca atravesando la niebla con el protagonista y la damisela). La imaginación del realizador y la creatividad de todos y cada uno de los planos son impecables, una exquisita dirección que muchos a día de hoy deberíamos analizar y aprender, pues en lo más oculto, sugerente y lleno suspense está la verdadera razón de ser de la narración, de contar una historia y llegar a sentir todo tipo de cosas al ver las imágenes. Dreyer era un artesano, y sabía que este elemento serviría para hacer creer su historia al espectador con una maquinaria (que se para simbólicamente en el plano final de la película) exquisita en detalles y misticismo.

El reparto está perfecto. No hay sobreactuaciones debido a la falta de medios sonoros, pues la imagen funciona perfectamente sin ellos. Aún así, las actuaciones son tan intemporales que parecen perfectas incluso en 2010. Ahí tenemos a Julian West en el personaje de Allan Grey, que nos guiará con sus miradas a la grotesca y tenebrosa historia, protagonista bien definido, de pocas palabras y gran decisión, genial. Mención aparte para las ya comentadas damiselas del castillo, ambas se comen el plano, en especial Sybille Schmitz, que tiene uno de los momentos más terroríficos de la película (su cara representa al diablo en estado puro en esa escena particular), Rena Mandel también perfecta, su posición naif, su rostro nórdico (aunque la chica sea Alemana, ya me entendéis) tan impoluto es de una dulzura especial, que adolecen perfectamente el sufrimiento y la belleza onírica que quiere exponer también el film a modo de introspección, perfecta. Del resto, destacar al misterioso doctor (personaje carismático y expresionista donde los haya, genial y alucinógeno) interpretado por Jan Hieronimko, y la anciana, la bruja (por cierto, la escena de brujería del final es muy original, ya que con las luces, unos pocos efectos sonoros y la sobreexposición se consigue muchísimo) interpretada por la anciana Henriette Gérard, apuesto a que es el personaje más oscuro, tenebroso y terrorífico que yo recuerde en mucho tiempo, todos esos adjetivos son aplicables de una manera casi clandestina, su corta aparición es justamente lo que genera tanto terror interior, tanto para la propia historia como al espectador. Un reparto sensacional, perfectamente dirigido, memorable.

"Vampyr" es una película especial. No es la más destacada de su generación (ni falta que le hace) ni tampoco es perfecta (ni falta que le hace). Pero si que es una película que todo cinéfilo de verdad, y esos que dicen ser fanáticos de lo fantástico y vampírico deberían asomarse a ver. Su escasa duración (hora y poco) y sus magistrales formas, son un aliciente de más para vivir toda una experiencia casi de ensoñación, os lo prometo, queda recomendada. Un 10.

NOTA:10/10
AÑO: 1932
DURACIÓN: 70 min
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2010/08/15

"I love you, Phillip Morris": Perspicaz Tragicomedia

Este pasado Viernes, se estrenó en las carteleras de España, un film que no tiene por el momento, distribuidora en USA (Su país de origen, y reclinada por los estudios), dirigida por los pioneros Glenn Ficarra & John Requa, "I Love you, Phillip Morris" está protagonizada por ese gran cómico y actor algo incomprendido en algunos sectores como lo es Jim Carrey, acompañado por Ewan McGregor. La historia de amor entre ellos, dos personajes que parten de la exageración, de la mueca y artimañas (buenas) bipolares de Carrey, para sacarnos lo mejor y lo peor del amor, incluida la pullita social y política hacia los USA, comprendiendo ésto último, entiendo que el tema "gay" no sea lo único que haya detonado su no-proyección en las salas norteamericanas. Steven Russell (Jim Carrey) lleva una existencia aparentemente ordinaria: organista de la iglesia local, felizmente casado con Debbie (Leslie Mann) y miembro del cuerpo de policía local. Hasta que sufre un grave accidente de coche que lo lleva a experimentar la epifanía definitiva: es gay y piensa disfrutar al máximo de la vida, aunque tenga que violar la ley para conseguirlo. Steven adopta un estilo de vida extravagante, recurre a estafas y fraudes para llegar a fin de mes y acaba encerrado en la penitenciaría del estado, donde conoce al amor de su vida, un chico sensible y de voz suave llamado Phillip Morris (Ewan McGregor). Su devoción por liberar a Phillip de la cárcel y construir juntos una vida perfecta lo lleva a intentar (y a menudo conseguir) una estafa imposible detrás de otra. Contada con increíble sentido del humor y grandes dosis de corazón, Phillip Morris ¡Te quiero! es la descabellada historia de lo que puede suceder cuando chocan el sistema legal, un espíritu indomable y un amor eterno.

Guión firmado por los co-directores Glenn Ficarra y John Requa. El libreto cuenta de una manera cómica y a su vez dramática, los hechos reales de la historia de Steve y Phillip Morris. Cómo se mueve el personaje de Carrey es una total maravilla. Un estafador con labia descabellada, con perspicacia, con mucha inteligencia para quedarse con la gente y con varios departamentos sociales de los USA (esos fragmentos cortos cuando se fuga repetidas veces de la cárcel no tiene precio alguno). Se hace pasar por abogado sin estudios (ganando casos inclusive), por empresario, por doctor, pero sobretodo la parte final, el giro "inesperado" (algo tramposillo y arriesgado todo sea dicho) que no contaré, es un tema escabroso, que el film ha expuesto con naturalalidad, con anarquía y con algo de comedia de por medio. El film se mueve entre esas dos aguas peligrosas con la bonita y creo que acertada excusa de que el amor puede conseguir aunténticas locuras. El tema gay, es de nuevo, punto de partida para usar la mordaz y ácida crítica hacía los prejuicios y detonantes de la sociedad americana (aunque yo diría que sigue siendo un tema global), que en gran medida, el film se sitúe en Texas (un buen puntazo para el final, con una nueva colleja para George Bush), o que la metafórica y siempre sutil referencia homosexual dentro de la cárcel, en la naturaleza de las cosas (la nube en forma de pene por ejemplo), es como desnudar al espectador, despojarlo de la mentira y la hipocresía social y mostrarles una historia trágica, verdadera, de amor, con risa, pero también con bastante impotencia y rabia. No es un film que se tome la homosexualidad como recurso para hacer comedía, sino que con la comedia, se permite el lujo de criticar más ferozmente al sistema. Esperaba ver eso dentro del film para entender bien la descarada censura que ha recibido en USA. El guión pues se mueve con buenos momentos, con algunos giros muy arriesgados pero bien tomados (aunque la voz en off sea algo engañosa y apoye los giros, cosa que no comparto mucho, creo que la historia debería ser más valiente en ese aspecto narrativo), los diálogos son bastante amenos, el film se hace atractivo, carismático y divertido en muchos momentos.

En gran medida, el éxito de su credibilidad humor-tragedia, proviene del buen hacer de Jim Carrey, que se come la pantalla en cada aparición, jugando el mejor rol que sabe hacer, cuando mezcla su bipolaridad interpretativa, con momentos de pura comedia con su estilo, y sus momentos dramáticos (serios) que despuntan muy bien. Una lucha interna que (personalmente) aquí gana su parte burlesca, canalla (algo comparable a su rol en "Mentiroso compulsivo"), Carrey me encanta casi siempre, por no decir siempre, es uno de mis actores cómicos preferidos. A su lado, un curioso Ewan McGregor, que en su versión original (no sé el doblaje) cambia su registro de voz para "amanerarla" un poco (con gran acierto, sin pasarse en plan "Almodóvar"), la química con Carrey es bastante acertada, aunque McGregor está correcto, Carrey se lo "come" con frecuencia, cada uno en su estilo, buenas aportaciones. Del resto de secundarios poco que destacar (aunque hay algunos personajes esporádicos muy desternillantes, como el compañero de celda de los amantes y sus roces con los carceleros, el tipo que grita en la celda de al lado...), quizás el papelito de la mujer de Steve, interpretado por Leslie Mann. Un reparto centrado en sus dos protagonistas, los líderes absolutos de la función.

Tras la cámara, Ópera prima de los guionistas de "Bad Santa", los directores Glenn Ficarra & John Requa no hacen un mal trabajo. Quizás suman muchos puntos al film con su dinámica y entretenida realización (muy bien el montaje por cierto, conciso y para nada cae en la pérdida del ritmo), los planos son estupendos, la acción está muy bien dirigida y los chistes muy bien apoyados (el del camión de la basura es desternillante), la fotografía (el uso de los colores chillones, los azules, los amarillos, los blancos) es muy carismática y acertada para el tono del film. La música de la película, está compuesta de el score original de Nick Urata, apoyado de temas muy bien seleccionados, como por ejemplo los de: Nina Simone, Golden Gate Quartet o Robbie Dupree, fantásticos dentro de la película.

"I Love you, Phillip Morris" es una de las comedias más arriesgadas del año. Se toma con mucha cara (y con sátira, lo cual cuando se pone seria no hay que tomársela del todo en serio), con cierta inteligencia, y algún que otro giro de guión que el espectador acompañará con un: "uuyyyy, cuidadín, shhh vale,ok, que cabrones", podrá llenar a unos y horrorizar a muchos. Se me viene a la mente "El gran lebowski" de los Coen, como referente al tono (aunque el tema no tenga nada que ver) que refleja la narrativa de la película, aderezado con el drama de algunas partes (que destacan bastante menos que su tono gamberrete, eso sí), pero no obstante, una "comedia" y un film distinto, disfrutable, especial a su manera, cinematográficamente explotable para los cinéfilos que adoran las carantoñas de Jim Carrey, o que buscan un enfoque nuevo en las comedias estadounidenses. Aquí la crítica social y politica está servida, yo no me pierdo las críticas y la taquilla que hará cuando se atrevan de una vez a estrenarla en tierras yankees. Personalmente el film me ha pegado a la butaca el ratito que dura, y lo que cuenta es bastante interesante a nivel cerebral y sentimental, un 9 (pero ojo, no es perfecta).

NOTA:9/10
AÑO: 2009
DURACIÓN: 103 min
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2010/08/08

"The Last Airbender": La extraña aventura

Después de haber visto la última película de M. Night Shyamalan, "The Last Airbender", echo de menos las películas de los ochenta. Porque la verdad es que, en esa época, aun siendo muchos de ellos, films para niños (la generación de la que yo vengo), los guiones no tomaban por idiotas a estos, aunque también es cierto que los tiempos han cambiado en sobremanera y es posible que bajo la presión comercial de los estudios, Shyamalan haya rodado una extraña super-producción, que por el contrario que se dice por ahí, si que tiene alguna de sus constantes que ahora explicaré, pero también es cierto, que carece de fuerza, que se diluye en unos puntos tan negativos y garrafales, que el film pierde todo su encanto, sus valores se quedan en casi nada. Aire, Agua, Tierra y Fuego son cuatro naciones enlazadas por el destino cuando la Nación del Fuego declara una brutal guerra a las demás Naciones. Tras un siglo de lucha, no parece haber esperanza de que algo pueda cambiar este entorno de destrucción. Aang (Noah Ringer), el más reciente sucesor del ciclo del avatar, deberá viajar por el mundo hasta llegar al polo norte, junto a Katara (Nicola Peltz) y a Sokka (Jackson Rathbone), para aprender a dominar los 4 elementos (principalmente el agua control) y acabar con la guerra. Entre el combate y la valentía, Aang descubre que es el único Avatar con el poder de manipular los cuatro elementos. Aang se une a Katara, una Maestra Agua, y su hermano Sokka para restablecer el equilibrio en este mundo atormentado por la guerra. Durante su viaje serán perseguidos por el príncipe Zuko (Dev Patel), el cual intentara capturar al avatar pera recuperar su honor...

El guión lo firma (y me duele decirlo) el propio director, basándose en el material de la serie infantil anime emitida por Nickelodeon (productora del film) "Avatar: The Last Airbender". No he visto la serie, así que criticaré lo que he visto dentro de la película, sin comparar nada con el anime. Shyamalan ha desaprovechado por completo el fulgor de una buena película palomitera, para meterse en una vereda extraña. Por un lado, el film comienza con un ritmo algo pausado, las primeras líneas de diálogo ya muestran lo que nos acontecerá durante todo el metraje. Parece mentira que el amo y señor de la sutileza, el autor de esa maravilla de guión como "El Bosque", o el escritor de que cada frase tenga su significado interior haya desaparecido aquí. Shyamalan utiliza el humor infantiloide, los diálogos redundantes, pedantes y poco creíbles (e incluso para echarse a reír en muchas ocasiones). Su obsesión porque el público infantil pille cada segundo del film se convierte en un lastre para la propia película. La sensación de que los personajes avanzan hacia ninguna motivación, y lo más grave de todo, el cachondeo de los actores, cada desastrosa actuación termina de cargarse la función. Pero ojo, voy a lo que voy, "Airbender" no es un film malo por más que mis palabras lo hagan parecer así, es un film desequilibrado, entretenido a ratos, pero no memorable, ni destacable dentro de la filmografía de un directo a mi parecer, con muchísimo potencial. Destacar el uso que Shyamalan le da a la espiritualidad del film, quizás el recurso menos explotado y más interesante, por desgracia, cuando los personajes consultan los recursos budistas, reflexivos, y llegan a saber quienes son (pues todos los personajes, absolutamente todos, se muestran disfuncionales dentro de la historia (Otra constante del cine de Shyamalan que debería ser un punto interesante de su cine y no negativo como pasa aquí), ya sean buenos o malos, esto es un punto de Shyamalan vuelve a utilizar al final, para justificar aun más si cabe su propia situación artística, la de un solitario guerrero ante la crítica ( y cada día más el público), solo que esta vez, al igual que los guerreros de fuego, Shyamalan se queda solo, ahogado por una bola de agua, y es una pena, las miras y el material eran interesantes). Cuando la película se "calla", y la acción entra en pantalla, parece que todo tiene algo de sentido, de hecho los 5 minutos finales, donde nadie dice una palabra (y donde Aang crea una enorme ola de agua) es de lo mejor del film, y cuando parece que ahí es donde el libreto de Shyamalan va a cerrar con dos cojones (pese a lo desastroso de sus lineas, en evidencia poco re-escritas y superficiales a simple vista), la caga estrepitosamente con una escena que cierra el film TOTALMENTE INECCESARIA, fuera de contexto, y que me ha hervido la sangre por completo. En serio Shyamalan, ¿A que coño venía eso teniendo ya un cierre de lujo, épico, aceptado por el espectador que a trompicones ha llegado a entender tus cartas?. Una pena. El guión, los personajes, y el planteamiento (sin tantas elipsis brutas) daban para mucho más. Shyamalan falla únicamente (sí, repito, únicamente dos, pero esenciales) en el guión, y la dirección de actores. La sensación de estar escrito rápido y mal, no deja de pulular en cada pasaje, que ojo, tiene algunos memorables (ese momento final con el Avatar evitando la guerra, la pelea en el poblado de los guerreros de tierra, la escena donde Aang escapa de su prisión, están conseguidos, en cambio otros de mucho valor por parte de Shyamalan (el sacrificio de cierto personaje al final, la meditación del protagonista con el dragón Dios) fallan no por su mano, si no por lo que voy a comentaros a continuación.

Los actores, uno de los puntos más negativos de "The Last Airbender" y una de las peores interpretaciones que yo recuerde en mucho tiempo. Shyamalan ha descuidado algo que parecía no poder controlar mucho. Por un lado, el protagonista, Aang, el total desconocido Noah Ringerl, es el perfecto error. Su actuación no es creíble, sus rostros son de actor de cortometraje malo, y peor incluso es, cuando Shyamalan (lo hace en muchísimas ocasiones) se dedica a grabar planos muy muy cortos de los actores (algo que no debería de haber hecho viendo lo que tenía en sus manos para trabajar, quizás utilizar otros trucos), ninguno de ellos está a la altura. Ojito al perla de Jackson Rathbone, el graciosete de la película, el peor de todos los actores del film. ¡Qué sorpresa!, este chico sale en la saga "Crepúsculo". No tengo poco más que decir, aparte de que todas sus escenas con esa cara de "estreñimiento" y "me voy a reir de un momento a otro" y "estoy enamoradísimo de ti, ¿es lo que tenia que decirle yo a esta actriz?" son lamentables, para arrancar el proyector de la sala y estrellarselo en la cabeza al muchacho. Lo mismo (quizás algo menos exagerado) pasa con Dev Patel (el chico de "Slumdog millionarie") muy sobre-actuado y con un personaje manido y previsible en sus giros como pocos. Nicola Peltz como Katara, es el ejemplo de que a veces el film le gusta, a veces no se lo cree, a veces suena estridente, asi es un poco su actuación. Lo mismo pasa con el resto de secundarios, siendo la única, Summer Bishil, la que se cree bien su personaje, la que cierra perfecta cada una de sus escenas (sale poquito, y será que aprendió bien lo que es actuar junto a Alan Ball). Del resto mejor no decir nada más. El reparto por lo general es bastante mediocre y muy poco creíble. Si ya el protagonista falla, el resto no está a la altura, y la chica "linda" de come a los demás personajes con sus poquitas escenas, algo falla, algo huele.

Y ahí está M. Night Shyamalan de nuevo. Detrás de la cámara, haciendo bastante bien su labor de realizador, un punto positivo para mi (en cuanto a su manera de grabar, no de dirigir a los actores o de escribir su guión en este caso), puesto que estamos ante una historia de aventuras, de una épica especial, rodada de manera extraña, con un estilo algo extravagante. El uso del plano secuencia en una de las luchas de la película (por cierto, brillante el diseño de producción por parte de ILM, que salva junto a la banda sonora, algunas escenas de la película), los zooms y la cámara lenta en generales muy estridentes, los planos cortos (muy muy cortos) de los protagonistas, la aldea donde vive Aang, todo en mayor o menor medida, contiene un punto de conexión con las constantes del cine de Shyamalan (sobretodo el uso de los colores, el vestuario o la fotografía de los lugares), pero por otro lado, intenta crear otro contexto, otra técnica que lo saque de su autoría, es como luchar contracorriente. M. Night Shyamalan NO rueda su mejor film en cuanto a técnica, pero sus evidentes experimentos con la cámara, el montaje de sus escenas, y su talento para narrar siguen estando ahí, solo que mal explotadas dentro de una historia que no hace justicia a prácticamente nada. Aún asi, su pasión por contar, está intacta, el deseo por narrar con amor. Deseo que comparte con un inspiradísimo James Newton Howard, autor de la banda sonora original, que parece ser el único que le pone ganas y ha sacado notaza. Una preciosidad de score que brilla con fuerza en muchos momentos (oírlo por separado es una experiencia, os lo recomiendo), evoca y salva muchos momentos, aunque suena muy flojito cuando debería sonar con mucha presencia en el film (si un actor falla en un momento dado, la música bien alta puede solucionar la papeleta, y cuando el GRAN Howard se pone fantástico, parece que el mezclador de sonido le jode, o Shyamalan coloca a su gusto el score muy flojito, de fondo, dando más relevancia a los efectos sonoros, no entiendo muy bien porque, la escena final de la ola es un buen ejemplo, o esa emotiva escena donde se recuerda a modo de flashback porque el protagonista huye de sus maestros. Otra frustración más).

"The Last Airbender" no es una mala película, tiene momentos muy entretenidos. Y ni mucho menos pienso que Shyamalan esté en decadencia, solo que aquí ha patinado de sobremanera, pretendiendo justamente pretender. Intentando sobrecargar de redundancia su historia, olvidándose de usar los elementos sutiles, visuales y líricos que tan buenas cosas nos ha dejado ("El bosque" es el mejor ejemplo de su perfección, personalmente). El garrafal planteamiento interpretativo se carga una película con buenos planos, buenos efectos, con escasa duración, y una banda sonora maravillosa (es por eso que la aprobaré, por estos justos elementos que acabo de nombrar), aparte de unos diálogos que quizás en boca de otros actores más profesionales para Shyamalan, hubiesen quedado menos chirriantes, o no, pero eso ya nunca lo sabremos. La secuencia que cierra el film, bien merece una collejita a Shyamalan, por lo demás, un film que los fans del director debemos ver para analizar, y sin duda para pasar al siguiente con buenas miras de futuro.

NOTA:5/10
AÑO: 2010
DURACIÓN: 103 min
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2010/08/06

"Inception": La idea onírica que cambia el rumbo de la realidad

6 de Agosto del 2010. El director Christopher Nolan firma una nueva obra maestra, de título "Origen" ("Inception") con DiCaprio como protagonista y con un guión complejo, extraño, intelectual, que hace reflexionar, de esos que al salir del cine se quedan en la memoria para siempre. Un film psicológico-filosófico-metafísico, que responde a los cánones de las grandes obras maestras, el mejor film del 2010 ya tiene rostro, demos paso a Nolan con una amplia sonrisa y su "Origen". Dom Cobb (DiCaprio) es el mejor del mundo en el arte de la extracción: apropiarse de los secretos del subconsciente justo en el momento en que la mente de la víctima es más vulnerable: durante el sueño. La extraña habilidad de Cobb le ha convertido en un hombre muy codiciado en el mundo del espionaje corporativo, pero también le ha condenado a ser un fugitivo internacional, costándole todo lo que alguna vez ha querido. Ahora tiene una oportunidad de redimirse y volver a tener la vida normal que anhela, pero para ello él y su equipo tendrán que realizar lo contrario a lo que realizan habitualmente: la incepción, que consiste en implantar una idea en el subconsciente en lugar de sustraerla. Sin embargo su plan se complica cuando un peligroso enemigo parece predecir cada uno de sus movimientos. Un enemigo que sólo Cobb podía ver venir...

Qué decir del inexplicable con palabras, relato y fantástico libreto del film escrito por el propio director. Nolan nos narra una historia de ciencia ficción, con mucha maestría. El mundo de los sueños, la implantación sutil de una idea en la mente de otro, a base de espionaje literal dentro de sueños. Pero no es tan simple la idea. El contenido filosófico-moral es importante, Nolan retrata los pesares, la magnificencia del control mental y lo expone políticamente dentro de su película. Ya en la primera gran secuencia de la película, el camino se traza con una linea muy clara, los sueños dentro de otros sueños, el análisis inteligente dentro de ese mundo creativo y que por mucho que digan no tiene comparativa posibles con otros films. Nolan crea un guión alucinante, lleno de giros, diálogos frenéticos (perfectamente escritos, justificando toda la acción de manera prudente, con tempos correctos, sin enfurruñar demasiado al espectador, poniendo las dosis de acción necesarias para relajar el intelecto y luego seguir, y seguir explorando dentro de su cine). La misión, un grupo de "cerebritos" dispuestos a implantar una idea en la mente de un empresario, para en tres (a cual más carismático y preciso) sueños progresivos, ir enfrentándose a los retos de la conciencia, cambiando los pilares, los principios a base de sentimientos. Ojo, esta idea es la trama principal (por cierto, la escena donde Nolan explica al espectador como funciona su mundo onírico es sublime, esa donde Page y DiCaprio van paseando y recreando la ciudad a su paso, nunca el término argumental "barrer el polvo" fue tan bien expuesto como aquí, Nolan consigue presentarnos a sus personajes, a indagar y comprender su físico universo en menos de cinco minutos y con una claridad pasmosa, chapó). Lo del personaje de DiCaprio me parece para aplaudir, como un personaje que intenta huir de su pasado, enfrentádose literalmente a sus recuerdos (una historia simplista pero perfectamente escrita), el personaje que introduce de lleno al espectador para conexionar con la historia, para ver como paradógicamente, el amor soñado, acaba convertiendo lo bello en demente. Hacía tiempo que no veía una historia de amor tan compleja, interesante y tan memorable en una pantalla de cine, y si no, solo tenéis que ver la dureza de cada pasaje del personaje de DiCaprio y Cotillard (quizás lo más inspirado que Nolan ha rodado en su filmografía, que momentos, que planos, que TODO). Ahí, dentro de la mente del protagonista, se cerrará el circulo, Nolan, al final de la historia (unos 40 minutos finales apoteósicos, dignos de abrir la boca y babear compulsivamente, puro cine) la diferencia entre realidad y sueño, se disuelve para que el espectador saque sus pertinentes conclusiones (el plano final es de un alarde de majestuosidad por parte de Nolan, PERFECTO y con dosis de complicidad hacia el espectador). Me gusta el simil que Nolan consigue entre los sueños paralelos, con un submundo creado emulando las profundidades del infierno, que el llama "Limbo", y como los cuatros sueños (realidad incluida), se entremezclan de manera magistral dentro del libreto (además de la maestría que supone a la hora de montar la película que espero, sea condecorada en los Oscars, original e impecable el montaje).

Y dentro de los miles de temas que trata con cierta sutileza y trasfondo introspectivo el film (sigo diciendo que Nolan hace películas de autor, pero que la masa mediocre también puede disfrutar), la vida eterna, la muerte, las ideas como objetivo preciso para cambiar las cosas, la catarsis emocional de los personajes, la sencilla belleza de algunos pasajes (cada escena está cuidada al milímetro, visual, argumental y perdonadme, joder, cinematográficamente perfectas), todo se expone con inteligencia, con don de pasión y amor a lo que se cuenta, bendito sea tu guión, el cine está de enhorabuena Nolan si sigues así. En el reparto, perfectos actores, quizás el reparto más completo, joven y profesional que haya visto en una película reciente. Leonardo DiCaprio, vuelve a demostrar que sus días de niño mimado acabaron. Todo un actorazo que vuelve a interpretar un papel impecable, perfecto y redondo (y ya lleva dos este año junto con "Shutter Island" de Scorsese). Le acompaña la primera incorporación femenina del film, mi querida Marion Cotillard, que como siempre, está fantástica, demostrando su talento en cada escena y teniendo una relevancia tremenda. Sigo con los personajes femeninos (los roles femeninos en los films de Nolan siempre han sido muy criticados porque se decía que Nolan los utilizaba relativamente mal, y los dejaba en segundo plano dentro de sus films, yo no estoy muy de acuerdo, y aquí tenemos un ejemplo clarísimo de lo IMPORTANTÍSIMO que es tener a las dos chicas del film dentro de hilo argumental). Mi amada Ellen Page, que da gusto verla, una de mis actrices favoritas, me he tragado prácticamente todas sus películas y aquí nuevamente demuestra estar a la altura de todos (se come la pantalla, sus escenas junto con Di Caprio, Cotillard e incluso con Michael Caine, al que por cierto se le ve poquito dentro del film, pero como siempre, inmenso, son para enmarcar), en fin sale preciosa y está perfecta, que os voy a decir que no sepáis, representando el personaje femenino de la razón (por ello es la arquitecta) y poniendo orden a los mundos de Cobb y demás. Suma y sigue, Ken Watanabe, la estrena asiática está genial en su rol, Joseph Gordon-Levitt (un actor revelación que nos ha acercado Nolan por cierto), Tom Hardy, el veterano Tom Berenger o el impecable Cillian Murphy, un pedazo de actor secundario que siempre borda sus roles (es su tercera participación con Nolan, tras ser el espantapájaros en la saga del hombre murciélago) ponen la guinda de un pastel riquísimo y nada empalagoso donde los actores están perfectos.

Christopher Nolan, parece cada vez más inspirado detrás de la cámara. Es increíble, que tras dejarnos pasmados con su imprenta en la magnífica "El Caballero Oscuro", suba su listón personal aquí. Al son de la melodramática canción de Edith Piaf, Non, "Je Ne Regrette Rien" que acompaña con gran acierto la vuelta a la realidad en algunas partes del film, Nolan danza a su gusto colocando la cámara, rondando con mucha precisión las escenas de acción, sin abandonar un ápice de su estilo urbano y documentalista (que casa perfectamente con todo lo que siempre cuenta, sea con el murciélago, con "olvidadizos", o con magos de siglos pasados), Nolan es uno de los pocos artesanos minuciosos de Hollywood que utiliza un recurso esencial como los detalles visuales (ese péndulo que representa el mundo entre la ficción y la realidad, a la vez que simboliza la idea, el conflicto, la dinámo enérgica del amor dentro de la película, es un ejemplo de como Nolan siempre nos llena de detalles que se escapan inevitablemente en un solo visionado, dejando siempre las ganas de volver a su cine, no meses más tarde en casa, más bien de nuevo en la gran pantalla, aprende de una vez James Cameron, y sin alardes de 3D ni leches). Una dirección preciosa, detallista (esos planos en cámara lenta, tan majestuosos y nada gratuitos), compleja (el uso de los efectos especiales son tan vanguardistas e integrados en la historia, como deben ser, que personalmente son para flipar, a la altura de lo que los Wachowski recrearon en "Matrix", y me atrevería a decir que con mucho más ingenio y maestría los aporta Nolan), Nolan ya tiene mi cielo ganado, este señor es muy grande, el cine te necesita. Al ya mencionado montaje de la película (que tiene su esplendor artístico en la mitad final de la película y en su parte inicial) emergente de originalidad y fascinación, tengo que hablaros de Hans Zimmer. Éste señor recrea una banda sonora original perfecta, asimétrica con cada fotograma de película, perfectamente acompasada milimétricamente impresionante. Zimmer crea nuevos sonidos, nos sumerge en su mente (curiosamente) y nos evoca recuerdos (casualidad, no lo creo, de eso trata el film), un score particular, hermoso y épico, con sus picos, y una (por no decir de lo mejor) de las bandas sonoras del año.

"Origen" es una OBRA MAESTRA contemporánea, que vuelve a decirnos lo poético del mundo de Nolan, lo magistral de sus historias y la pasión imperecedera que el cine crea a muchos espectadores que como Nolan, aprecian la buena artesanía, las películas atemporales y fuera de modas o de absurdeces narrativas. El contenido da para varios análisis didácticos, para una exploración del alma y la mente propia, da para soñar también con sus momentos, para verla una y otra vez, dan para aplaudir sus más de dos horas de metraje. Un film que todo cinéfilo tiene que ver, no se puede explicar con franqueza, hay que sentirlo, hay que vibrarlo y verlo en todo su esplendor, en una pantalla de cine. La magnitud del cine de este hombre, me hace recordar, porque quiero dedicarme a este mundo de buenas ideas, y de sueños compartidos (je, valga la redundancia o el simil con el film). Un 10, para mí, la mejor película del año e incluso de la década que acaba.

NOTA:10/10
AÑO: 2010
DURACIÓN: 148 min
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"Belle de Jour": La doble vida

"Hago películas, para demostrar que éste no es el mejor de los mundos posibles"
Y así podríamos empezar la reseña del primer film que le dedico al GRAN Luis Buñuel, con unas palabras suyas, versátiles, veraces, muy acuñadas al film que nos ocupa, "Belle Jour". Un film que nos muestra de manera desenfadada y muy directa, el mundo de la prostitución. Pero más allá de eso, nos introduce en la mente de su protagonista, una mente turbia, emocionamente inestable y trágica y el elemento de la prostitución se convierte en el desencadenante fatal de los personajes. Sévérine, una joven casada con un atractivo cirujano, descubre la existencia de la prostitución matutina. Curiosa, Sévérine ingresa a la casa de citas de Anaïs y termina acostumbrándose a una doble vida. La aparición de Marcel, un delincuente que se enamora de Sévérine, complicará la cómoda situación de la protagonista. En 2006 contó con una secuela, "Belle Toujours", dirigida por Manoel de Oliveira. Guión del propio Luis Buñuel, acompañado en la tarea de escribir por Jean-Claude Carrière. Las bases de la historia, aportan un grado importante del sello francés de la época, sobretodo en las maneras de tratar y mimar cada pasaje, por turbulento y duro que sea. Se nos mete de lleno en los hechos, impulsos, perdiciones y deseos pasionales del personaje de Sévérine (una como siempre, implacable Catherine Deneuve). Un personaje femenino escrito muy a la francesa, con mucha inteligencia, dosis de elegancia, algo naíf en sus formas, lo que nos da pie a comprender los motivos por los que el personaje decide perderse en el mundo de la prostitución y emprender una doble vida en espiral, peligrosa. Ese impulso por conocer, lo atrayente de lo comúnmente feo y lo excitante del miedo a lo desconocido, ponen rienda a que se pierda la inocencia (el personaje de la cría que pulula por la casa de putas, es en cierta manera, un símbolo de pureza que enlaza directamente con la protagonista, como un alma que vaga en habitación por habitación haciéndole ver que ha dejado de ser pura, y pasar a ser un arma fatal para los hombres).


Ésta constante, es muy frecuente en el cine francés de aquellos días como ya he dicho. Retales a mi mente me vienen, de dos films muy concretos, ambos de Godard, "A Bout de Souffle" y en especial "Vivre sa vie " ambos de Jean-Luc Godard, del que argumentalmente y en algunas formas de tratamiento de personajes, guarda algo de relación el film que nos ocupa. Por otro lado, tenemos el amor, tratado aquí de manera muy pasional y de un dramatismo propio de un culebrón bien hecho (Puta enamorada, se enamora de un cliente, cliente acaba loco por la puta, el resto lo podéis imaginar), llegando a un final en parte poco sustancial, y que por suerte, Buñuel salva con un recurso que va utilizando inteligentemente durante todo el film. Me refiero al uso de la metáfora a modo de escenas que evocan la imaginación de Sévérine, descolocando siempre al espectador, dando en el clavo justo al final, donde los efectos de sonido y el puro magnetismo de la secuencia final (un tanto extraña, aunque la lluvia incipiente ya anuncia lo que será una extravagancia digna de recordar) cierran con un tono oscuro una historia, donde las consecuencias de la mujer, desequilibra el mundo de sus seres queridos. Importante destacar también, algunas partes donde la comedia (al más puro estilo francés) tiene su huequecito, en concreto con los clientes a los que Sévérine tiene que tratar al principio, como por ejemplo el ginecólogo que interpreta un papel de sumiso (impagable escena). Un guión que no deja de recordarme porque es tan peculiar el cine francés en todo su esplendor, que no deja de recordarme que los papeles femeninos, sin duda los más interesantes, son los que son completamente inestables emocionalmente a la vez que sutiles y frágiles. Con algunos puntos muy positivos, como la quimérica representación de la protagonista que se hilvana, consagrándose en un final con tintes fantasmagóricos.

Reparto fantástico. Peso que recae casi en su totalidad por una erótica y espléndida Catherine Deneuve, que se come cada fotograma del film y borda un papel hecho a su medida, con evolución, con matices, de belleza especial y con ojos pensantes (y esto lo digo porque hoy en día abunda muy poco), me ha encantado. Jean Sorel es el marido de la protagonista, o el cornudo por excelencia, digamos el mártir de la historia, la humildad, esfuerzo y optimismo vencidos por todo lo contrario, buen papel. Destacar a la madame, Geneviève Page y las dos prostitutas que acompañan a la protagonistas, muy carismáticas, las actrices Pierre Clémenti y Françoise Fabian. Fenomenal la aportación de nuestro español Francisco Rabal (incluyendo sus salidas en español dentro del film) un personaje muy acertado. Un reparto estupendo en general, por cierto, destacar a mi querida Macha Méril, esta francesita de belleza un tanto especial que me hipnotizó por completo en aquella fantástica película de Godard "Une femme mariée", aquí aparece poquito, pero da gusto verla.

Luis Buñuel, rueda con pulso firme, sobrio y con mucha franqueza. Si bien, en el apartado de dirección, poco tiene que ver Buñuel con la nouvelle vague, recurrente también en aquellos días, encarrilando mejor el film por las líneas del clasicismo, moviendo la cámara sobre raíles, paneando, centrándose en los personajes y los encuadres rectos. Precisamente cuando desequilibra la cámara, nos introduce planos cortos con extraños "zooms" o nos inquieta dentro del montaje, es para sacar al espectador del realismo que respira la película, y evidentemente esto es cuando se alude a los pensamientos ya comentados del personaje de Sévérine. Por lo tanto esto le da un toque de mucha personalidad a la película, Buñuel no se contenta con narrar tan solo lo que se ve, si no de meternos de lleno dentro de la extravagancia, de explorar la imaginación, y eso se refleja perfectamente cuando quiere llevarnos al mundo de Sévérine con su cámara (siendo quizás en el principio, la escena inicial donde se guarde el as en la manga hacia el espectador, donde quiere ser sorpresivo enganchando, a modo de jugada de pillo). Buñuel, fantástico, no me ha decepcionado. Ojo al detalle curioso, el film carece de banda sonora musical, no existen más que los diálogos, y los efectos de sonido para evocar mejor la metáfora visual, lo cual dota de un tremendo realismo (más si cabe) a lo que ocurre (algo similar a lo que años antes hacía Hitchcock con "Los pájaros" para dotar de un realismo inquietante a su film, es curioso como cambia la manera de hacer cine si miramos el "cinema-verité" de nuestros días, je).

"Belle de Jour" es un film excelente, personalmente siendo francés, y tratando el tema que trata, viendo la época del film, prefiero otros enfoques ya comentados, pero sin duda, la presencia de Deneuve (Que ya me fascinó en la magistral "Repulsion" de Roman Polanski, su primera película) y la trascendental dirección de Buñuel, hacen de éste, un film inolvidable e imprescindible para el buen cinéfilo. Un 9.

NOTA:9/10
AÑO: 1967
DURACIÓN: 100 min
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